4 jun 2010

Té Blanco


De las variedades de té, siempre mencionamos el té blanco, pero nunca dijimos de qué se trata. Es un té muy liviano, con textura sedosa y sabor suave. No tiene el sabor a las hierbas como el té verde, ni las cualidades aromáticas de los tés negro y Oloong. Al igual que el verde, casi no se lo procesa, es decir que se hace muy poco sobre la hoja cosechada. La diferencia entre el verde y el blanco es el momento de cosecharlo. Se hace cuando las capullos recién comienzan a abrirse. Debido a cómo se ven, es que recibe su nombre, porque, al momento de la cosecha, los capullos parecen estar cubiertos con un vello plateado. En la escasa preparación, al pasarlos por vapor, el vello permanece sobre la hoja y toma color blanco. De ahí deriva el nombre de “Té Blanco”.

El té blanco es de los más caros debido a las características de cosecha y preparación, que lo hacen menos abundante que los demás tés. Los tés blancos de más alta calidad se cultivan en China, Japón, India y Sri Lanka (Ceilán), y la variedad más buscada es la llamada Aguja de Plata (Silver Needle).

Los beneficios del té blanco se deben al proceso de “no procesarlo”. En lugar de secar la hojas afuera, se las pasa por vapor para secarlas. Esto hace que tenga un nivel de antioxidantes mucho mayor que los otros tipos de té. El té blanco es excelente para quienes sufren por el clima, porque posee más cualidades anti bacteriales que los demás, y también se comprobó que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. En cuanto a la cafeína, aunque todos los tés tienen un índice bajo de ésta, el té blanco es el que menos tiene. Menos aún que el verde. Es beneficioso también para los vasos sanguíneos, baja la presión arterial, fortalece los huesos y reduce el colesterol. Al fortalecer los huesos, ayuda a prevenir la artritis y la osteoporosis. También protege a la piel de la exposición a los rayos del sol. Pero esto no es todo. El té blanco contiene una buena proporción de theanina, un optimizador del estado emocional y buen relajante.

La preparación del té blanco es diferente a la de los demás, hay que prepararlo cuando el agua está justo antes del punto de hervor. Si no lo preparan en una tetera de las pequeñas, lo pueden hacer directamente en la taza, una forma muy común en China, Japón, y Corea. En lo posible, tiene que ser una taza de las que tienen tapa, eso hace que se conserve el aroma y la fuerza del té. Con todo lo anterior parecería que hablamos de una medicina, pero no es sólo eso o un complemento… ¡es un té maravilloso!

1 comentario:

Ana Maria Diaz SUSPENDER EL CIELO dijo...

entraste a mi blog para ver con que acompañar el te blanco. un excelente panqueque integral con semillas y miel. Riquísimo.
http://cursosanamariadiaz.blogspot.com
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