3 may 2010

Como los Osos, Tercera Parte



Los tres amigos se miran sonrientes y lo llaman a Luis.

— “Por favor, ahora traenos Tie Guan Yin”. Dan mira a sus dos amigos interrogantemente por si no están de acuerdo. Todos asienten con la cabeza y la mirada. El nuevo té no tarda en llegar. Los amigos beben las primeras tazas en un silencio solo interrumpido por el clásico sonido de tomar té. Los comentarios los hacen mirándose a los ojos, y con algunas expresiones en los rostros.

— “Buena idea Dan”, finalmente Tommy rompe el silencio, y lo mira sonriente a Dan. Después le dice a los amigos,

— El invierno pasado estaba en el noroeste del Pacífico, en Ashland, un lugar muy tranquilo en el sur de Oregon. Se acercaba Halloween, y escribí algo acerca de lo que estábamos hablando del invierno.

— “Si eso está aquí en tu cuaderno de notas, queremos escucharlo mientras se asienta el segundo té…” las palabras de Dan se funden con el silencio.

— “Está, y se los leo”. Tommy toma el cuaderno, pasa algunas páginas con mucha tranquilidad, y lee.

Pensando en el Invierno

El invierno está aquí, junto con sus emociones. Muchos pueden no haberlo notado, pero está aquí. No comienza el 21 de Dicembre en el norte, ni el 21 de Junio en el sur. Ese es un día estimativo para el solsticio. El Solsticio de la Mitad del Invierno. En el hemisferio norte, el comienzo del invierno lunar es alrededor del 31 de Octubre, en Halloween. O con su verdadero nombre en Gaelige, el idioma gaélico irlandés, Samhain. El invierno solar comienza cuando la declinación del sol es de 45 grados. Aquí, en el noroeste del Pacífico, el invierno está ante nuestros ojos. En Ashland Oregon, Grizzly Peak esta mañana se volvió invisible, oculto por las nubes.

Hay quienes sufren de blues de invierno, SAD (en inglés SAD —triste— el acrónimo para Seasonal Affective Disorder, Desorden Afectivo Estacional, algo que afecta a mucha gente en invierno, produciendo tristeza y/o depresión), enfermedad de cabaña… además de las razones físicas, puede haber muchas otras. Una de ellas es no reconocer el espíritu y significado de la estación. Es un tiempo para introspección. En lo posible, para quedarse en casa tanto como podamos. Todos los animales, de una forma u otra, hibernan. En las plantas, la savia baja hasta las raíces. Es el momento de bajar a nuestras raíces, dirigir la mirada hacia adentro, y encontrarnos con nosotros mismos, un encuentro imprescindible, e ineludible.

El invierno es la estación relacionada con la impermanencia, con la muerte. Samhain, o Halloween es una celebración Celta, en la que nos ponemos en contacto y honramos a nuestros Ancestros, que están en el Otro Mundo. Este tema inquieta a alguna gente. No nos gusta pensar en la impermanencia y la muerte. Pero ese momento llegará. Cuando nacemos, no podemos evitar entrar a este mundo. Y cuando morimos, no podemos evitar dejarlo. Nuestro tiempo en este mundo es algo así como una preparación para el próximo. La vida nunca termina, sus formas son innumerables. Generalmente consideramos a la muerte como lo opuesto a la vida, pero no es así. Lo opuesto a muerte es nacimiento. La vida en este mundo es el período entre nacimiento y muerte. La vida siempre está ahí. Lo más importante es nuestro amor por la vida. Lo más importante es amar.

La capacidad de amar no se limita al amor romántico. Hablamos de amor fraterno, amor maternal y muchos más. Lo que es común a todos es el amor. Es como el agua. Si la ponemos en un recipiente redondo toma la forma redonda. Si la ponemos en uno cuadrado, toma forma cuadrada. Pero la redondez o la cuadratura no son propiedades del agua. Con el amor es igual. Nuestra capacidad de amar puede tomar cualquier de las formas. Amor romántico, fraterno, patriótico, materno… siempre que podamos amar.

El invierno está aquí. Es el tiempo de juntarse alrededor del fuego, con la gente que amamos. Compartir las historias que amamos. Beber el té que amamos, el vino que amamos. Amar el observar cómo las hojas vuelan desde los árboles. Leer la poesía que amamos. Escribir lo que amamos escribir. Comer los guisos que amamos. El invierno es un buen tiempo para amar, y… ¿cómo se puede estar triste (SAD) cuando se ama?

— “Bien… nosotros estamos aquí por amor al té, la amistad ¡y celebrar con alegría!” acota Dan. “A propósito… aquí el invierno comienza mañana ¿es así?

— “Si. Entre el cuatro y cinco de Mayo, aquí en la costa del Océano Atlántico”, asegura Juan, siempre alerta.

Entonces… ¡que sea un feliz invierno para todos!

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