15 may 2010

El Té y el Fuego


Aunque para algunos puede pasar inadvertido, pensar en el té no sólo involucra al agua. Se necesita, inevitablemente, al fuego. Tradicionalmente, en China, para calentar el agua preferían al carbón, para evitar el humo del fuego. Sin embargo, para tomar té, como para cualquier actividad similar, lo más importante es la atmósfera. Hay muchas cosas que se cuidan, y varían según los lugares. China, Japón, Corea, Mongolia, Tibet, cada uno tiene sus códigos y formas de preparación. En China, el país de origen, gustan de hacer listas de lo que hay que tener en cuenta, cosas para evitar y algunas otras. Hacer estas listas es una costumbre muy asiática. En realidad, también lo era en los tiempos en los que Europa aún tenía sus naciones originarias con sus costumbres propias. La atmósfera para tomar té, sin embargo, es común a todos. Antiguamente, Tian Yiheng, en China la describió e pocas palabras,

Uno bebe té para olvidar el ruido del mundo; no es para aquellos que comen comidas especiales y visten pijamas de seda.

Según el Chalu, un excelente libro sobre el arte del té,

Al beber té es importante que los huéspedes sean pocos. Muchos huéspedes haría que fuera ruidoso y que sea ruidoso le quita todo el encanto. Beber solo se llama secluído; beber entre dos se llama confortable; beber con tres o cuatro se llama encantador, beber con cinco o seis se llama vulgar.

¿Cuáles son, tradicionalmente, momentos adecuados para beber té? Algunos momentos clásicos:

Cuando el corazón y las manos de uno están ociosas.
Cansado después de leer poesía.
Cuando los pensamientos están disturbados.
Encerrado en casa durante un día festivo.
Durante una conversación tarde por la noche.
Delante de una ventana brillante y un escritorio limpio.
Al volver de visitar amigos.
Cuando el día es claro y la brisa fresca.
En un bosque con bambús altos.
Una vez que uno encendió incienso en un estudio pequeño.
Cuando la fiesta terminó y los invitados se fueron.
Cuando los chicos están en la escuela.
Al lado de arroyos famosos y rocas curiosas.

También hay momentos en los que no se debería tomar té. Por ejemplo,
En el trabajo.
Al abrir cartas.
Durante una lluvia o nevada fuerte.
En una larga y gran fiesta de vino.
Cuando se ven documentos.
Algunas cosas para evitar:
Mal agua.
Malos utensilios.
Cucharas de bronce.
Marmitas de bronce.
Cucharones de madera para el agua.
Sirviente grosero.
Muchacha de mal carácter.
Toallas que no estén limpias.

Aunque estas cosas para algunos pueden parecer simples caprichos, en realidad no lo son en absoluto. Cuidar esto es cuidar la atmósfera. Una mirada cuidadosa nos hará conscientes de que se observa lo que crea una atmósfera de alegría serena, y se evita lo que interferiría con ella. Para usar una expresión vulgar, se trata de no poner una colilla de cigarrillo en el huevo frito. No solamente se mantiene una atmósfera de alegría serena. También es una de simpleza e intimidad, en la que se pueda escuchar y compartir el silencio.

Una vez, con mi hija, el marido, y unos amigos, estábamos acampados en un bosque, el Parque nacional de Redwoods (un tipo de sequoia), en el norte de California. Habíamos ido hasta allí desde el sur de Oregon, para acampar entre árboles de más de quinientos años de edad. Por supuesto, al caer la noche encendimos un fuego en el lugar especialmente preparado para eso. Buscar y preparar la leña, ponerla en el pozo para fuego y encenderlo es un ritual casi tan antiguo como la humanidad. Una vez listo, reunirse alrededor del fuego une a los espíritus de una forma que no se puede expresar en palabras, y todos conocemos. El fuego es sagrado. De pronto, miré alrededor. Todos teníamos carpas de tecnología moderna. Habíamos dejado de lado los teléfonos celulares. De cualquier modo no hay señal en un bosque así. Llegamos en autos modernos de alta tecnología, también había gente en casas rodantes que no tiene mucho que envidiar a la habitual. Y ahí estábamos, reunidos alrededor del fuego de una hoguera compartiendo la alegría incomparable de estar acampados allí. Olvidados los autos modernos, los teléfonos celulares, las computadoras y demás. Lo más importante era la atmósfera de estar alrededor del fuego. Hasta ahora no lo encontré en ninguna lista, simplemente está en mi lista personal de momentos apropiados para tomar té. Al estar reunidos, alrededor del fuego al caer la noche ¡No olvidar el equipo de té cuando se sale a acampar!

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